Hola amigos,
Para los que entran por primera vez, les cuento que este es un blog dedicado a entregar algunas posibilidades sanas y naturales para sobrellevar la esclerosis múltiple, lo mejor posible. Cada semana iremos agregando temas nuevos. Y es mi deseo que les pueda ser útil. A lo largo de todo el blog las temáticas van variando. En el caso que prueben algunas de estas chances, me interesaría conocer como les fue. Adelante, espero que lo disfruten.
Mónica
Introducción a las dietas
Mucho se ha dicho y escrito sobre las distintas dietas acorde a las enfermedades. La realidad nos indica que siempre que alimentando nuestro cuerpo de manera saludable, optimiza su funcionamiento y le damos la posibilidad de ayudarse a si mismo.
En el caso de la EM hay muchos “no” para evitar alterar el sistema inmunológico. Según nos dice el Dr. Ashton Embry debemos evitar productos con gluten (trigo, avena, maíz y centena), legumbres, lácteos, carnes rojas, aves, todo tipo de grasas y dulces que contengan azúcar. Si bien esta es una dieta con muchísimas limitaciones, el que quiere puede llevarla adelante. Sin embargo, no hay que olvidarse que para soportar tantas restricciones alimentarias se debe tomar una buena cantidad de complementos vitamínicos, minerales, aceites esenciales y antioxidantes.
Otros médicos opinan que evitando grasas, consumiendo pocos lácteos y harinas libres de gluten, ya es suficiente. Encontramos también otros grupos en los que gracias al haber desistido de la comida industrializada y cocinada, y optando por los crudos (verduras, frutas, semillas y brotes) tuvieron fuertes mejorías en su salud, aliviaron síntomas y mejoraron notablemente en los inconvenientes que trae la espasticidad.
Si bien en este blog iremos publicando las diferentes propuestas dietarias, evidentemente y acorde a la experiencia de muchos, comer sano como frutas, verduras, carnes magras, semillas, etc., ayuda muchísimo.
Frases
-Lo único que tenemos que hacer es plasmar una idea con actos que hagan de esta una realidad.
-Estar inspirado es: someternos a nuestro destino y permitirnos escuchar el llamado.
Dr. Dyre
-Cuando estoy como si fuera completamente yo, solamente solo con buena disposición, es decir, viajando en un carruaje, caminado después de una buena comida o en la noche cuando no puedo dormir, mis ideas fluyen mejor y con mas abundancia. De dónde y cómo vienen es algo que no se y tampoco puedo imponerlas.
Mozart
Dani, un bombero del cielo
Estaba sentada en el comedor, mirando mi jardín a través del ventanal. La gama de verdes resaltaba después de una lluvia pasajera. Las ramas de los pinos caían apesadumbradas por las gotas de agua y algún brillito dorado de sol se entrometía entre tanto despliegue de hojas. Sin embargo la que resaltaba pizpireta era esa nueva integrante, de hojas muy lisas, verde muy claro, con una flor roja de pétalos afinados.
No solo se destacaba por tener la única flor en mi jardincito de hojas, sino por el recuerdo que encerraba.......
Había decidido empezar con una actividad física y natación parecía un buen recurso, para intentar mejorar de una enfermedad incipiente que podía traer inmovilidad. Así que bolso en mano me dirigí al club con pileta cerrada que estaba muy cerca de casa.
Al entrar al agua tibiecita, los músculos de inmediato se relajaron, pero el vapor y el cloro no habían sido previstos en medio de tanto entusiasmo por comenzar este deporte. Después de algún ahogo, un tanto de debilidad, más que nada el susto, salí airosa de tal situación. Comencé a concurrir entre 2 y 3 veces por semana, tomando todos los recaudos necesarios y nadando cuanto más podía. Por el borde de la pileta, siempre se paseaba el guarda vidas, atento a cada uno de los nadadores. Siempre con una sonrisa ofrecía su ayuda o daba algún consejo.
Me divertía ver como en el horario en el que abundaban grupos de jubilados, no faltaba alguna abuela que requiriera de sus atenciones. Y allí estaba él, tendiendo una mano, ayudando a doblar una rodilla en la escalerita, indicando algún tipo de brazada o prestando toda su fuerza y buenas intenciones para sacar del agua a alguna gordita reumática, que por sus achaques no podía salir sola.
Pasó algún tiempo y escuché su nombre, lo llamaban Dani y pasaba largas horas en el natatorio. Siempre yendo y viniendo, controlando y de vez en cuando tomando algún matecito o disfrutando de alguna factura rica que de tanto en tanto algún asociado les llevaba.
Mi estado físico empeoró un poco y un bastón se convirtió en mi compañero. Fue entonces cuando Dani me vio llegar con paso lento y en compañía. Todavía recuerdo su cara de sorpresa, al enterarse que una antigua afección me estaba dando palos y por ello desde hacía tiempo practicaba natación.
Desde ese instante cuando llegaba al club, ni bien me veía me ofrecía su ayuda o preguntaba por mi estado. Se fueron repitiendo las charlas, me enteré que era un papá muy joven con tres hijos varones y felizmente casado con una buena chica. Muy estricto con sus nenes y deseoso de sacarlos buenos chicos. Lo que yo diría “todo un buen padre”.
Mis dificultades fueron aumentando, y cada vez costaba más ingresar a la pileta, pero allí estaba Dani dispuesto a hacer lo que fuese necesario para que yo aprovechara mi tiempo en el agua. Sin embargo, con una sonrisa radiante y sus ojos azules chispeantes embromaba, hacia chistes y colaboraba con todas aquellas personas que lo necesitaran. Tenía su carácter, no le gustaban los atropellos, y no evitaba mostrar su enojo cuando algún personaje apresurado por entrar al agua, arremetía sin querer a uno más lento y con dificultades.
Más de una vez en su horario de almuerzo lo vi engullir rápido unos fideos y estar atento a la única persona que en ese horario podía ir en la pileta. Por supuesto no podía ser otra que yo misma.
Una vez más pude confirmar que para todos resultaba una buen persona, viendo unos cartelones enormes que los viejitos jubilados le habían dejado a la entrada como mérito a su buen trato.
Un día tuve que dejar mis idas a la pileta y Dani, le preguntaba a mi esposo por mi o me enviaba sus saludos y la promesa de una futura visita.
Fue así que una tarde de verano llegué a casa y mis hijas me recibieron con una planta hermosa de hojas verde claro y flores muy rojas, envuelta en papel metalizado, con una tarjeta. Con mucha curiosidad y no menos sorpresa, descubrí que Dani había pasado por casa y me había dejado este regalo. A la mañana siguiente pedí que me la plantaran delante de mi ventanal, para poder disfrutarla junto a mis otras plantas y tener presente a una buena persona, quien me había ayudado a pasar un buen momento, cuando las cosas se estaban poniendo difíciles. Lamenté no haberlo visto para agradecérsela. Pasaron algunos meses y me enteré que Dani muy pronto vendría a despedirse, ya que junto a su familia su vida tomaba un nuevo rumbo en el sur.
Ese día llegó y Dani rumbeó hacia otros pagos, dejando el lindo recuerdo, y el sabor dulce de haber conocido a una buena persona. Una de esas que la vida pone en nuestro camino para que transitarlo sea menos difícil. Este muchachito joven, de enormes ojos azules y sonrisa franca se había convertido en uno de mis bomberos del cielo. Siempre dispuesto a hacer algo por el prójimo y a darse cuenta que a veces una sonrisa, un gesto amable, una mano justo a tiempo valen más que cualquier fortuna.
Y hoy me siento rica, por tener experiencias como estas y por conocer seres como Dani, con un buen corazón, muy buenas intenciones y terriblemente afectuoso.
Dani, por donde quiera que tus pasos dejen tu huella, nunca dejes de iluminar con tu sonrisa y con tus buenos modos a algún otro ser que requiera de tu paciencia y amabilidad. Porque vos ya estás diplomado como “todo un bombero del cielo”.
Yo seguiré apreciando y admirando tu planta de flores muy rojas en medio de mi jardín de verdes y recordándote agradecida.
Muchas gracias Dani!!!
only stories
Libros recomendados:
- Inspiración - Dr. Dyre
- El milagro más grande del mundo - Og Mandino
- Manos que curan - Bárbara Ann Brenan
- Yo y la culpa - Joan Borinsesco
Para los que entran por primera vez, les cuento que este es un blog dedicado a entregar algunas posibilidades sanas y naturales para sobrellevar la esclerosis múltiple, lo mejor posible. Cada semana iremos agregando temas nuevos. Y es mi deseo que les pueda ser útil. A lo largo de todo el blog las temáticas van variando. En el caso que prueben algunas de estas chances, me interesaría conocer como les fue. Adelante, espero que lo disfruten.
Mónica
Introducción a las dietas
Mucho se ha dicho y escrito sobre las distintas dietas acorde a las enfermedades. La realidad nos indica que siempre que alimentando nuestro cuerpo de manera saludable, optimiza su funcionamiento y le damos la posibilidad de ayudarse a si mismo.
En el caso de la EM hay muchos “no” para evitar alterar el sistema inmunológico. Según nos dice el Dr. Ashton Embry debemos evitar productos con gluten (trigo, avena, maíz y centena), legumbres, lácteos, carnes rojas, aves, todo tipo de grasas y dulces que contengan azúcar. Si bien esta es una dieta con muchísimas limitaciones, el que quiere puede llevarla adelante. Sin embargo, no hay que olvidarse que para soportar tantas restricciones alimentarias se debe tomar una buena cantidad de complementos vitamínicos, minerales, aceites esenciales y antioxidantes.
Otros médicos opinan que evitando grasas, consumiendo pocos lácteos y harinas libres de gluten, ya es suficiente. Encontramos también otros grupos en los que gracias al haber desistido de la comida industrializada y cocinada, y optando por los crudos (verduras, frutas, semillas y brotes) tuvieron fuertes mejorías en su salud, aliviaron síntomas y mejoraron notablemente en los inconvenientes que trae la espasticidad.
Si bien en este blog iremos publicando las diferentes propuestas dietarias, evidentemente y acorde a la experiencia de muchos, comer sano como frutas, verduras, carnes magras, semillas, etc., ayuda muchísimo.
Frases
-Lo único que tenemos que hacer es plasmar una idea con actos que hagan de esta una realidad.
-Estar inspirado es: someternos a nuestro destino y permitirnos escuchar el llamado.
Dr. Dyre
-Cuando estoy como si fuera completamente yo, solamente solo con buena disposición, es decir, viajando en un carruaje, caminado después de una buena comida o en la noche cuando no puedo dormir, mis ideas fluyen mejor y con mas abundancia. De dónde y cómo vienen es algo que no se y tampoco puedo imponerlas.
Mozart
Dani, un bombero del cielo
Estaba sentada en el comedor, mirando mi jardín a través del ventanal. La gama de verdes resaltaba después de una lluvia pasajera. Las ramas de los pinos caían apesadumbradas por las gotas de agua y algún brillito dorado de sol se entrometía entre tanto despliegue de hojas. Sin embargo la que resaltaba pizpireta era esa nueva integrante, de hojas muy lisas, verde muy claro, con una flor roja de pétalos afinados.
No solo se destacaba por tener la única flor en mi jardincito de hojas, sino por el recuerdo que encerraba.......
Había decidido empezar con una actividad física y natación parecía un buen recurso, para intentar mejorar de una enfermedad incipiente que podía traer inmovilidad. Así que bolso en mano me dirigí al club con pileta cerrada que estaba muy cerca de casa.
Al entrar al agua tibiecita, los músculos de inmediato se relajaron, pero el vapor y el cloro no habían sido previstos en medio de tanto entusiasmo por comenzar este deporte. Después de algún ahogo, un tanto de debilidad, más que nada el susto, salí airosa de tal situación. Comencé a concurrir entre 2 y 3 veces por semana, tomando todos los recaudos necesarios y nadando cuanto más podía. Por el borde de la pileta, siempre se paseaba el guarda vidas, atento a cada uno de los nadadores. Siempre con una sonrisa ofrecía su ayuda o daba algún consejo.
Me divertía ver como en el horario en el que abundaban grupos de jubilados, no faltaba alguna abuela que requiriera de sus atenciones. Y allí estaba él, tendiendo una mano, ayudando a doblar una rodilla en la escalerita, indicando algún tipo de brazada o prestando toda su fuerza y buenas intenciones para sacar del agua a alguna gordita reumática, que por sus achaques no podía salir sola.
Pasó algún tiempo y escuché su nombre, lo llamaban Dani y pasaba largas horas en el natatorio. Siempre yendo y viniendo, controlando y de vez en cuando tomando algún matecito o disfrutando de alguna factura rica que de tanto en tanto algún asociado les llevaba.
Mi estado físico empeoró un poco y un bastón se convirtió en mi compañero. Fue entonces cuando Dani me vio llegar con paso lento y en compañía. Todavía recuerdo su cara de sorpresa, al enterarse que una antigua afección me estaba dando palos y por ello desde hacía tiempo practicaba natación.
Desde ese instante cuando llegaba al club, ni bien me veía me ofrecía su ayuda o preguntaba por mi estado. Se fueron repitiendo las charlas, me enteré que era un papá muy joven con tres hijos varones y felizmente casado con una buena chica. Muy estricto con sus nenes y deseoso de sacarlos buenos chicos. Lo que yo diría “todo un buen padre”.
Mis dificultades fueron aumentando, y cada vez costaba más ingresar a la pileta, pero allí estaba Dani dispuesto a hacer lo que fuese necesario para que yo aprovechara mi tiempo en el agua. Sin embargo, con una sonrisa radiante y sus ojos azules chispeantes embromaba, hacia chistes y colaboraba con todas aquellas personas que lo necesitaran. Tenía su carácter, no le gustaban los atropellos, y no evitaba mostrar su enojo cuando algún personaje apresurado por entrar al agua, arremetía sin querer a uno más lento y con dificultades.
Más de una vez en su horario de almuerzo lo vi engullir rápido unos fideos y estar atento a la única persona que en ese horario podía ir en la pileta. Por supuesto no podía ser otra que yo misma.
Una vez más pude confirmar que para todos resultaba una buen persona, viendo unos cartelones enormes que los viejitos jubilados le habían dejado a la entrada como mérito a su buen trato.
Un día tuve que dejar mis idas a la pileta y Dani, le preguntaba a mi esposo por mi o me enviaba sus saludos y la promesa de una futura visita.
Fue así que una tarde de verano llegué a casa y mis hijas me recibieron con una planta hermosa de hojas verde claro y flores muy rojas, envuelta en papel metalizado, con una tarjeta. Con mucha curiosidad y no menos sorpresa, descubrí que Dani había pasado por casa y me había dejado este regalo. A la mañana siguiente pedí que me la plantaran delante de mi ventanal, para poder disfrutarla junto a mis otras plantas y tener presente a una buena persona, quien me había ayudado a pasar un buen momento, cuando las cosas se estaban poniendo difíciles. Lamenté no haberlo visto para agradecérsela. Pasaron algunos meses y me enteré que Dani muy pronto vendría a despedirse, ya que junto a su familia su vida tomaba un nuevo rumbo en el sur.
Ese día llegó y Dani rumbeó hacia otros pagos, dejando el lindo recuerdo, y el sabor dulce de haber conocido a una buena persona. Una de esas que la vida pone en nuestro camino para que transitarlo sea menos difícil. Este muchachito joven, de enormes ojos azules y sonrisa franca se había convertido en uno de mis bomberos del cielo. Siempre dispuesto a hacer algo por el prójimo y a darse cuenta que a veces una sonrisa, un gesto amable, una mano justo a tiempo valen más que cualquier fortuna.
Y hoy me siento rica, por tener experiencias como estas y por conocer seres como Dani, con un buen corazón, muy buenas intenciones y terriblemente afectuoso.
Dani, por donde quiera que tus pasos dejen tu huella, nunca dejes de iluminar con tu sonrisa y con tus buenos modos a algún otro ser que requiera de tu paciencia y amabilidad. Porque vos ya estás diplomado como “todo un bombero del cielo”.
Yo seguiré apreciando y admirando tu planta de flores muy rojas en medio de mi jardín de verdes y recordándote agradecida.
Muchas gracias Dani!!!
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Libros recomendados:
- Inspiración - Dr. Dyre
- El milagro más grande del mundo - Og Mandino
- Manos que curan - Bárbara Ann Brenan
- Yo y la culpa - Joan Borinsesco
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