Indiscutiblemente a un gran porcentaje de personas con EM este nuevo tratamiento les ha dado resultado. De todas formas, me parece importante conocer todos los resultados hasta el día de hoy. Por ello he decidido publicar este artículo tal cual apareció en otra web. Sigo insistiendo en que es muy importante tener la posibilidad de elección con respecto a este procedimiento. Y no privar a nadie de esta oportunidad.
Fuente: Marc. Blog:http://www.wheelchairkamikaze.com/2010/02/buffalo-ccsvi-study-results-revealed.html
Después de meses de expectación en la comunidad mundial de EM, hoy se publicaron los resultados del estudio de la Universidad de Búfalo sobre la CCSVI. Aunque puedan no ser tan espectaculares como algunos pacientes hubieran esperado, los resultados muestran una clara relación entre las anomalías vasculares conocidas como CCSVI y la esclerosis múltiple.El estudio de Búfalo, realizado a 500 sujetos, señala que el 56,4% de los pacientes con EM analizados tenían un estrechamiento de las venas extracraneales (CCSVI), mientras que el 22,4% de los sujetos de control, sanos, que se sometieron a la prueba también mostraron dicho estrechamiento. Esto contrasta claramente con las correlaciones encontradas (del 95% al 100%) en los estudios más pequeños y sin anonimato llevados a cabo por el fundador de la teoría de la CCSVI, el Dr. Paolo Zamboni; quien no encontró pruebas de dichas anomalías en los sujetos de control. Hubo varios estudios más, realizados en otras partes y a un número pequeño de pacientes, que también habían encontrado una correlación entre la CCSVI y la EM superior al 90%.A todos los participantes en el estudio de Búfalo se les hicieron ecografías Doppler de la cabeza y el cuello, y a algunos también venogramas realizados mediante resonancia magnética. De los sujetos estudiados, al 10,2% se les considera casos dudosos de tener la CCSVI. Este porcentaje de casos que ofrecen dudas permite algunas variaciones en la interpretación de los resultados definitivos.En un primer momento, la correlación mucho más baja entre la EM y la CCSVI que se muestra en el estudio de Búfalo, en comparación con la mostrada en los estudios anteriores, puede parecer decepcionante, pero en mi opinión, los resultados menos espectaculares pueden dar, en realidad, a la teoría de la CCSVI, mayor credibilidad científica.La EM es una enfermedad muy heterogénea, lo que significa que los síntomas y las manifestaciones clínicas de la misma pueden variar mucho de un paciente a otro. Esto ha llevado a algunos investigadores a pensar que lo que ahora llamamos esclerosis múltiple puede ser, en realidad, una colección de diferentes enfermedades que comparten síntomas y características comunes. Esto podría explicar el grado de variación enorme que se ve en la efectividad del actual arsenal de tratamientos de la EM.Además, el diagnóstico de la EM es una ciencia inexacta, y cuando se considera una gran muestra de pacientes con esclerosis múltiple, hay que tener en cuenta que hasta un 10% ó un 15% de los mismos podrían estar mal diagnosticados. La lista de enfermedades que pueden confundirse con la EM es bastante amplia, y algunas pueden ser casi indistinguibles de la esclerosis múltiple.Dadas la enorme variedad vista en pacientes con EM y el alto nivel de error diagnóstico, las posibilidades de encontrar un solo rasgo común en más de 95% de los pacientes con esclerosis múltiple son muy pocas. De hecho, he participado en el estudio Natural History of MS, llevado a cabo por el National Institutes of Health (NIH), realizado específicamente para identificar pacientes con esclerosis múltiple clínicamente definida, para su participación futura en estudios del NIH, precisamente porque la institución estaba encontrando un alto porcentaje de pacientes mal diagnosticados que sesgaban los resultados de los estudios de MS que estaban realizando.Además, a diferencia de la anatomía de las arterias asociadas al sistema nervioso central (SNC), que es bien conocida y muestra uniformidad de paciente a paciente, el sistema venoso del SNC es mucho menos comprendido. La anatomía del sistema venoso puede diferir considerablemente de paciente a paciente, por lo que es difícil definir exactamente cuál es la "normal".Por estas razones, las declaraciones iniciales de una correlación casi universal entre la EM y la CCSVI activaron las alarmas de los investigadores al presentarse la teoría de la CCSVI en relación con la EM. Al mismo tiempo que esas declaraciones provocaban grandes esperanzas en la comunidad de pacientes de EM de todo el mundo, suscitaban igualmente grandes dudas sobre la validez de la teoría entre muchos investigadores médicos de gran renombre.Los resultados del estudio publicado hoy por la Universidad de Búfalo están más en línea con los que cabría esperar de un gran avance para la EM, dado el cuerpo actual de conocimientos científicos sobre la enfermedad. Aunque no son unos resultados tan asombrosos como los publicados en los estudios anteriores, la proporción de pacientes de EM que tienen la CCSVI en comparación con los sujetos sanos es de 2 a 1, lo cuál sigue siendo espectacular y emocionante; y debería ser, para los investigadores dotados de curiosidad intelectual, razón suficiente para continuar e intensificar las investigaciones sobre la CCSVI.Si estos resultados iniciales del estudio se mantienen, el hecho de que más del 50% de los pacientes con EM muestren signos de una llamativa anomalía vascular plantea una serie de preguntas interesantes. ¿Es la anomalía, en sí mismo considerada, directamente responsable de los síntomas neurológicos y de los daños que experimentan los pacientes, o funciona conjuntamente con otros factores que lesionan el sistema nervioso central? De forma inversa, ¿el mecanismo que está causando estragos en el SNC del paciente, causa también daños a su sistema vascular? ¿Cómo encaja la CCSVI con otros misterios asociados con la EM, como la existencia de "clústeres de EM", y la distribución geográfica de la misma?¿Qué relación tiene la CCSVI con los signos de autoinmunidad que presentan los pacientes de EM que tienen la CCSVI? ¿Y qué decir de aquellos pacientes de EM que no tienen la CCSVI? ¿Están afectados por una enfermedad totalmente distinta? ¿Es la CCSVI una simple pieza de una totalidad mucho más compleja?Además, no se pueden descartar los informes anecdóticos de las decenas de pacientes de EM que ya han sido sometidos a cirugía para corregir la CCSVI, la mayoría de los cuales aseguran tener mejoría notables en los síntomas de su enfermedad. Los pacientes que se sometieron al "Procedimiento Liberador" del Dr. Zamboni, un tipo de angioplastia de balón, mostraron una disminución significativa en la tasa de brotes y una mejora global generalizada en su estado de salud. Lo mismo puede decirse de la mayoría de los pacientes tratados por el Dr. Michael Dake la Universidad de Stanford, y por el Dr. Mariam Simka en Polonia. Si bien los informes anecdóticos tienen un carácter subjetivo más que objetivo, por lo que no suelen ser considerados adecuados a la hora de hacer valoraciones científicas, ciertamente no pueden ser desestimados ni tomados a la ligera.En los próximos meses, la investigación en marcha será mucho más intensa y tratará de responder a las muchas preguntas que rodean a la CCSVI. Este informe de la Universidad de Búfalo es sólo el primero de una serie que ira apareciendo, y sería un error tratar de extraer algo más que no sean simplemente conclusiones preliminares de la investigación que se lleva a cabo. Dicho esto, la CCSVI sigue intrigándonos y atormentándonos con la posibilidad de que pueda reorganizar nuestra forma de ver y comprender la esclerosis múltiple. Desafortunadamente, la paciencia será necesaria mientras esperamos por los nuevos resultados de la investigación, y la paciencia es un bien muy escaso entre las personas que sufren de una enfermedad progresiva y debilitante.Insto a todos los pacientes con EM, y aquellos que los aman, a que continúen luchando con todas sus fuerzas para que se intensifique la investigación sobre la CCSVI, y para hacer llegar a las instituciones proveedoras de atención médica la idea de que la situación actual es inaceptable. La investigación sobre la CCSVI y otras teorías que se salen de lo común deben ser apoyadas de forma activa. La focalización en la teoría autoinmune ha producido tratamientos imperfectos, pero no curas, y en el caso improbable de que la CCSVI resulte ser nada más que un prometedor callejón sin salida, el tiempo y el esfuerzo dedicados a investigar pueden producir descubrimientos que finalmente puedan ayudar a desvelar el misterio de la esclerosis múltiple. Debemos hacer oír nuestra voz, y luchar como si nuestras vidas dependieran de ello. La emoción que suscita la CCSVI revela el descontento generalizado con las actuales estrategias de tratamiento de la EM. Debemos canalizar ese descontento en una fuerza que nadie pueda detener.